Última modificación: 2017-10-09
Resumen
Si la identidad siempre es fronteriza la frontera es un lugar de elaboración de las identidades. Las contradicciones inherentes a los procesos de globalización, acentuadas hoy en dÃa por las polÃticas neoproteccionistas, van desde la retórica de la tolerancia multicultural a la obsesión con la seguridad y se hacen evidentes en las fronteras tanto como escenarios de control y vigilancia como de prácticas culturales contra-hegemónicas. Pero las polÃticas fronterizas están ligadas hoy a la visualidad contemporánea, la circulación de imágenes y los modos de ver y ser visto. Esta visualidad se encuentra entramada con nuevos dispositivos digitales de vigilancia y control, de interpelación e participación, que a menudo se considera que componen una polÃtica de posthumana de la imagen y la mirada. La metáfora de la frontera aparece asà también marcando los lÃmites entre lo fÃsico y lo tecnológico. Es en las zonas de lÃmites fluidos entre la percepción humana corporeizada y la mirada de los artefactos tecnológicos donde se renegocian constantemente las identidades contemporáneas. A partir de estas nuevas condiciones de las relaciones entre frontera, visualidad e identidad es posible también abordar la articulación entre frontera y archivo. La frontera comparte con el archivo la capacidad de incluir y excluir, ocultar y dar visibilidad a cuerpos y afectos, prácticas y discursos. Es asà pertinente preguntarse cómo se recompone hoy tal articulación, dentro del marco de la visualidad contemporánea y la lógica de las tecnologÃas visuales digitales. Frente a los imperativos de la vigilancia, la movilidad y la visualización total se hace necesario reencontrar la complejidad heterogénea del encuentro con los otros.